
25 años de la masacre de Acteal en Chiapas.
La sangre derramada en Acteal: víctimas de la guerra contrainsurgente del gobierno Zedillo.
Era el mes de diciembre y en Acteal un grupo armado (paramilitares vestidos de negro entrenados por las fuerzas de seguridad pública y el ejército mexicano) entraron abriendo fuego contra cientos de personas que se encontraban en jornadas de ayuno y oración por la paz en Chiapas. Ese día fueron masacradas 45 personas indígenas tzotziles (además de cuatro no nacidos), entre ellas ancianos, hombres y mujeres, niños y niñas, muchos de ellos desplazados por anteriores hechos de violencia de diferentes comunidades y pertenecientes a la Sociedad Civil Las abejas de Acteal.
Mostrando la rabia y el rechazo a aquella masacre la entonces potente Plataforma asturiana de Solidaridad con Chiapas convocaba una amplia manifestación en Xixón.

La impunidad respecto a este crimen ha prevalecido desde entonces. Sin embargo, las comunidades pertenecientes a Las Abejas de Acteal han permanecido organizadas y en pie de lucha con base en la “No-violencia”, entendido esto como el poder de transformación de los que creen y practican la paz. Es la manera de actuar en sus relaciones de aquellos que creen en la regulación pacífica de los conflictos como la mejor vía, también con base en su cosmovisión, su filosofía de vida, su profunda relación con la “Madre Tierra”.
Sobrevivientes y comuneras/os este 10-D llevarán a cabo una jornada de ayuno y oración, “este evento no será público”, con la finalidad de pedir paz en el mundo, así como recordar la muerte de los asesinados.


Es sabido que el grupo de paramilitares que atacó a Las Abejas de Acteal es el mismo que se creó y fortaleció para actuar en contra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), es decir una cuadrilla de paramilitares de la que el Estado sigue negando su existencia.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos declaró mediante un informe que el Ejército Mexicano y la Seguridad Pública del estado de Chiapas «omitieron intervenir deliberadamente» el día que ocurrió la matanza de Acteal:
«Existen diversos testimonios que señalan esta omisión como parte de la política de Estado para castigar y desarticular a los indígenas de San Pedro Chenalhó que adoptaron el camino de la resistencia y la construcción de un gobierno propio».

El que no se haya enjuiciado a los criminales de la matanza de Acteal, el que se mantenga en la impunidad, supone para los actuales pobladores y sobrevivientes que los herederos del paramilitarismo continúen en sus agresiones, frente a las cuales las Abejas de Acteal siguen organizadas y “seguimos construyendo nuestro panal, trabajamos para producir paz.”.


Hace pocos días miembros de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal volvieron a manifestarse pacíficamente frente a las oficinas del ayuntamiento de Chenalhó donde los indígenas tzotziles protestaron contra la criminalización y agresiones en contra de sus miembros.y para denunciar las violencias que actualmente viven distintas comunidades en el municipio , en los Altos de Chiapas.
El actual gobierno de López Obrador reconoció el papel del Estado en este hecho y se disculpó con las víctimas por “la falta de respuesta de las autoridades responsables de procurar e impartir justicia en nuestro país”.
Fernando Luna Pérez, víctima y representante del ataque en Acteal, declaró que con este pronunciamiento, la palabra de su comunidad “encontró un lugar en las páginas de la historia moderna de México, porque permaneció la verdad de los sobrevivientes que sostenemos: la masacre de Acteal es un crimen de Estado de lesa humanidad y caducó la mentira de Ernesto Zedillo”, entonces presidente de México.
A los 25 años volverán a realizar ceremonia de “Agradecimiento al Corazón del Cielo y la Tierra”, por mantener la Resistencia y en aras del Respeto entre las personas, paz, justicia, dignidad, libertad y en donde no haya guerras, y seguirán impulsando “La Otra Justicia donde no habita el olvido.”

